( A ritmo de bulería , es decir, flamenco de fondo)
Cruzando un río de día,
encontré una bala perdida.
No me atreví a dispararla,
no era de otro, pero tampoco mía.
Bala, bala de plata,
mortal al que dispara.
No me atreví a meterla al revolver,
por no robarla.
Alguien me la tomó y disparó,
solo quedó el casquillo.
¿Por que disparas al aire?,
¿querías cazar o perder tu destino?.
Hoy busco a mi bala perdida,
disparada por un ladrón.
Ladrón que no robó a nadie,
pero tomó algo de mi castillo.
Aunque al guardarla,
sin dispararla,
es de nadie,
y mucho menos mía.