martes, 15 de mayo de 2012

Ya ni modo...




¡Culpable!- sentenció el jurado.

Y no es que no lo fuera, pero se oyó muy pinche, así, sin detalles. Me sentí hasta más culpable.

Un pinchazo.




Tu boca fue, aguijón,
tu saliva veneno.
Me muero por momentos,
pero por momentos vuelo.
¿Que me diste?,
¿qué me has hecho?.
Apriétame, apresura esto,
que se haga eterno. 

viernes, 11 de mayo de 2012

Honorable Congreso de la Unión...




En este país no se puede hacer nada. Si, nada. Ni siendo diputado del partido en el poder se puede cambiar algo para bien. No hay posibilidad de acuerdos que no sean de coyuntura, de beneficio inmediato y garantizado. El bien común, el bienestar de la patria, eso, eso siempre es para después. El decreto de ley que promoví, hoy fue turnado otra vez a comisiones. Un tecnicismo absurdo y de regreso a la congeladora, pues ya terminó el periodo ordinario. Y como es el último año de la legislatura, pues se acabó. Esta ley le hubiera dado identidad a nuestro pueblo, este pueblo desahuciado por la falta de padre y exceso de madre. Con este decreto en cada estado, ciudad, pueblo, comunidad y hasta algunas rancherías tendrían eso  que tanto les hace falta: amor propio, figura paterna, deseos de progresar. Ni que decir lo difícil que fue el análisis de la propuesta en la Comisión de Igualdad y Género. 

Las perredestistas marimachas de inmediato estuvieron en contra, incluso, de discutir la propuesta. Las panistas santurronas se opusieron por considerarla en contra de las familias católicamente estructuradas. Las del PRI preguntaron que a cambio de que se podía negociar.  Pero gracias a la intervención de los líderes de bancada, que dieron línea, se logró su cooperación. Y no crean que el apoyo fue gratuito. Gracias a que conocía unos trapitos sucios de una de las coordinadoras, conseguí apoyo a cambio de silencio y los documentos originales. Ya en las discusiones el tema más conflictivo fue como debería ser representado este prócer de la patria. Mi propuesta era poner un monumento de él en todas las escuelas públicas por decreto, para catapultar la autoestima de nuestro tan debilucho pueblo de a pie. 

Fue tan difícil definir como debería ser representado, pues no queríamos que su imagen fuera adaptada por cada cuál que pusiera su estatua. Así como Juárez, que siempre es el mismo, con expresión de piedra, moreno, cuello ceñido donde quiera que esté. Al final quedamos en que sería corpulento, moreno pero con ojos verdes con camisa a rayas blancas y rojas. Sus manos gruesas como de campesino, con  cabello ondulante pero corto y con vestimenta urbana. El PAN condicionó su apoyo a cambio de que en el pecho lampiño y descubierto llevara una cadena con una cruz. El PRD pidió que la hebilla del grueso cinturón llevara una águila republicana. El PRI sacó que no se negociara más en la legislatura el quitar plurinominales o anular el fuero constitucional. Al final hasta se logró que el molde central fuera único y así garantizar su perfecta repetibilidad. Los consultores legales trabajaron arduamente para blindar la ley contra cualquier juicio de inconstitucionalidad que pudieran presentar los inconformes. Hasta la Presidenta de la República envió sus peticiones sobre la complexión del héroe. 

Al final, gracias a mi enorme capacidad de conciliación, todos pudieron decir que estaban de acuerdo. En cada Primaria habría un monumento al Padre Desconocido. Todos los mexicanos hubiéramos recobrado la autoestima en cuestión de meses, tal vez semanas. Pero los del Partido Verde tuvieron que repelar. Ya todo estaba amarrado, consensuado, pero tuvieron que salir con su domingo siete, con su "¡aquí estamos!". En el Pleno del Congreso durante la votación vetaron la aprobación. Quieren que cada estatua tenga, además, un buzón de quejas.