No vio de donde
salió. El impacto fue brutal pues
iba a mucho más de cien. El hombre pegó en el parabrisas, lo estrelló. Su
cuerpo voló unos diez metros hacia delante por el aire y volvió a atropellarlo
otra vez, pero ahora le pasó por encima. El auto se salió de la carretera y dio
un trompo. Después del estruendo el silencio fue abrumador, solo la nube de
polvo se movía por el viento. Del
paso de peatones elevado salieron tres personas corriendo, gritaban. Él tardó
casi un minuto en salir del Jaguar, pues las bolsas de aire y el golpe lo
dejaron conmocionado ¡Papá, papá! Lloraba uno de los que llegaron, un hombre de
unos cincuenta años ¡Asesino! grito otro, como de treinta. Él estaba como de
corcho, no podía decir nada. La cara desencajada revelaba el shock. ¡Era un
buen hombre! ¿porqué lo mató? La noche era muy obscura y lloviznaba. No había
tráfico. ¡Perdón, no lo vi. Es que se atravesó. ¡Criminal! dijo la chica
sacando una pistola escuadra. ¡Ahora mismo llamamos a la federal! ¡Por dios, no
fue mi culpa! ¡Claro que sí!, viene a exceso de velocidad. Aquí el limite es de
ochenta ¿Por qué cruzó por la autopista si hay un puente peatonal? Ya estaba
viejito y no podía subir escaleras, éste puente no tiene rampa de minusválidos.
Lo queríamos mucho. Los tres del paso a desnivel lloraban casi a gritos,
desconsolados. Ni crea que esto se puede arreglar, lo meteremos en la cárcel.
Voy a revisarlo, soy medico, iba para el hospital ¡Ni se le ocurra tocarlo! Los
tres se hicieron para atrás, muy sorprendidos y hablaron en voz baja entre
ellos. Mire señor, la verdad es que estaba viejito y siempre se nos escapaba,
no es tanto su culpa. Nos ha dado mucha lata siempre. Insisto en revisarlo, a
lo mejor vive. ¡No! De verdad nos da mucha pena, el estaba muy enfermo y se salía
a cada rato. Dénos dos mil pesos y nos vamos con el abuelito. ¡Desgraciados!
Este hombre lleva varios días muerto, hasta lo cosieron para mantenerlo unido…
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario